Cerejas

Silêncio

A Câmara Municipal está tratando de abolir os barulhos harmoniosos da cidade: os auto-falantes e as vitrolas. [...]
Gosto daqueles móveis melódicos e daquelas cornetas altíssonas. Fazem bem aos nervos. A gente anda, pelo centro, com os ouvidos cheios de algarismos, de cotações da bolsa de café, de câmbio, de duplicatas, de concordatas, de "cantatas", de negociatas e outras cousas chatas. De repente, passa pela porta aberta de uma dessas lojas sonoras e recebe em cheio, em plena trompa de Eustáquio, uma lufada sinfônica, repousante de sonho [...] E a gente pára um pouco nesse halo de encantado devaneio, nesse nimbo embalador de música, até que a altíssima farda azul marinho venha grasnar aquele horroroso "Faz favorrr, senhorrr!", que vem fazer a gente circular, que vem repor a gente na odiosa, geométrica, invariável realidade do Triângulo - isto é, da vida."
Urbano (Guilherme de Almeida), 1927.

27 de janeiro de 2014

Polêmicas que movem a música popular

Matéria muito interessante sobre a situação atual do tango, no Tiempo Argentino. Apenas um aperitivo:

Extender certificados de defunción es una actividad exclusivamente humana. Pero esa costumbre o necesidad también suele aplicarse al mundo de las artes. Sin ir muy lejos, el rock convive con cíclicos y grandilocuentes anuncios de su muerte que pueden desestimarse sin mayores esfuerzos. Alcanza con repasar su inserción popular y el volumen y nivel de muchas de sus propuestas artísticas  –que como casi siempre hay que saber ir a buscar y no entregarse al recorte interesado de las altas rotaciones radiales–. Lo mismo le suele pasar al folklore, el jazz y a tantas otras músicas. Quizás nuestra ineludible finitud tenga algo que ver con esa necesidad de dar por concluido lo no concluido. Pero posiblemente la mayor motivación pase por nuestra dificultad para comprender –y aceptar– los cambios en las estéticas y modos de circulación de muchos de esos géneros.

Una entrevista realizada a Rodolfo Mederos en el diario El País de Colombia bajo el título "El tango está muerto" despertó una enorme polémica entre músicos y fanáticos locales. El texto incluía otras expresiones controvertidas como "Quien no vivió en Buenos Aires en los años '50 o '60 nunca va a comprender lo que fue el tango", "(al tango) No le queda camino, el camino va para atrás. Queda la historia" o que Piazzolla es casi "el antitango". Es evidente que Mederos –como cualquier otra persona– tiene todo el derecho para expresar sus opiniones. Y que en su caso en particular cuenta con un innegable compromiso con el género –como intérprete, compositor y docente– y una sólida capacidad intelectual para presentar sus ideas. También es notorio que mucha otra gente no comparte esas expresiones y hasta puede sentirse ofendida. Pero no se trata de discutir a Mederos –que de hecho muy gentilmente se sumó a la convocatoria de Tiempo Argentino para participar de ella–. Aquí se abre otra oportunidad para poner los ojos en el tango de hoy y reflexionar sobre sus fortalezas, sus debilidades y pensar qué medidas o estrategias pueden favorecer su crecimiento.

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